Clases de baile nupcial cerca de mí

El momento en que pisáis la pista de baile por primera vez como matrimonio es todo un acontecimiento, y literalmente todos los focos estarán sobre vosotros. Por eso merece la pena plantearse dar clases de baile antes del día de la boda, para asegurar que sea un recuerdo especial por todas las razones adecuadas.

Las clases de baile para bodas son una forma fantástica de ganar seguridad de cara a vuestro gran día. Y (casi) garantizan que vuestro primer baile, el baile de padre e hija, madre e hijo o cualquier otro baile que queráis hacer, salga redondo y sin imprevistos.

Para muchos, el baile formal no es algo que se haya practicado antes. Y la idea de bailar bajo los focos puede imponer bastante, sobre todo si queréis que ese instante sea espectacular. Con todas las miradas de vuestros seres queridos puestas en vosotros, ¿seréis capaces de clavar una coreografía que deje a todos con la boca abierta? ¿O descubriréis de repente que tenéis “dos pies izquierdos”?

Hay quien piensa que tomar clases de baile antes de la boda es hacer trampa, como si se preparara en exceso algo que debería ser espontáneo. Pero si habéis planificado con todo detalle cada pequeño aspecto de la celebración durante meses, ¿no debería vuestro primer baile estar igual de cuidado y salir perfecto? Lo último que queréis es recordaros en la pista de baile y desear haber pedido un poco de ayuda para hacerlo bien.

Otro punto a favor de reservar clases de baile antes de la boda es que os obligaréis a sacar tiempo solo para estar juntos. Al organizar una boda, muchas parejas entran en un bucle constante de trabajo y gestiones de boda, y casi nunca encuentran un rato para hacer cosas sencillas en pareja, al margen de la organización.

Las clases de baile os sacarán de las tareas diarias de la boda, de las pantallas, y os harán centraros el uno en el otro. Incluso puede que descubráis que todo el proceso es muy romántico y decidáis convertir cada clase en una pequeña cita, por ejemplo, yendo a cenar después.

Para sacar el máximo partido a las clases de baile, lo ideal es reservar entre 3 y 9 sesiones antes de la boda, salvo que ya tengáis experiencia y solo queráis pulir uno o dos detalles. Con menos de 3 clases es difícil conseguir el resultado con el que soñáis. Además, cuanto más practiquéis, más confianza ganaréis, aunque luego no recordéis cada paso al milímetro.

Si vais a apuntaros a clases para preparar vuestro primer baile, es recomendable tener decidido antes de empezar qué canción sonará en la boda. Así el profesor o la profesora podrá diseñar las clases en función de ese tema y valorar, desde la primera sesión al veros bailar, qué nivel de dificultad tendrá para vosotros.

Algunos bailes más clásicos, como por ejemplo el vals, exigen un cierto nivel de técnica y presencia. Por eso es importante aseguraros de que tenéis tiempo suficiente en la agenda para aprender ese tipo de baile, manteniendo además una cierta continuidad en las clases. Lo ideal es una clase semanal, sobre todo en bailes más complejos, porque ayuda a fijar los pasos en la memoria.

Para coreografías sencillas de primer baile, normalmente podréis apuntaros a clases en grupo y aprender junto a otras parejas que también están comprometidas. Este es otro aspecto positivo de las clases, ya que tendréis la oportunidad de conocer gente nueva y hablar de bodas. Para coreografías más elaboradas y un trabajo totalmente personalizado, sí necesitaríais reservar clases privadas.

No todos los profesores de baile encajan con todas las parejas. Algunos están especializados en técnicas o estilos que quizá no se ajusten a la idea que tenéis para vuestro baile, y con otros simplemente puede que no haya conexión. Es algo importante a tener en cuenta, porque se trata de una experiencia divertida, no de una obligación. Deberíais sentir que vuestro profesor o profesora está en sintonía con vosotros y entiende exactamente qué buscáis en vuestro momento bajo los focos.

También conviene pensar en el tipo de vestido de novia que llevarás durante el primer baile. Los diseños muy ajustados, como los de corte sirena, limitan bastante el movimiento y reducen las opciones de baile. Si quieres sentirte más libre al bailar, puedes plantearte cambiar de look por la noche o elegir un modelo con una falda más suelta.