Oficiantes de boda cerca de mí
La persona que oficie vuestra boda tendrá un papel clave en la ceremonia. No solo será quien os case legalmente, sino que, además, marcará en gran medida el tono de todo el día, creando la atmósfera del momento. Por eso, si no vais a casaros únicamente por el juzgado, es importante que penséis bien a qué oficiante elegís para vuestro gran día.
Primer paso
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Segundo paso
Con los planes de boda ya definidos, ha llegado el momento de encontrar los proveedores que harán realidad todo lo que imaginas para vuestro gran día. Gracias a nuestra avanzada herramienta de búsqueda de proveedores y espacios, te pondremos en contacto con los mejores profesionales y te ayudaremos a crear el equipo de boda perfecto.
Oficiantes
Mostrar en el mapaPara quienes no siguen ninguna religión pero quieren que su ceremonia de boda sea significativa y muy personal, un oficiante suele ser la mejor opción. Alguien que pueda casaros de forma oficial, pero sin que la ceremonia resulte rígida ni encorsetada. Un acto diseñado para, y sobre la pareja, que utilice historias y anécdotas para dibujar el relato de vuestra historia de amor.
Los oficiantes también pueden celebrar ceremonias religiosas, algo especialmente útil cuando las parejas proceden de dos confesiones distintas. Así, ambas personas pueden honrar el origen y las tradiciones del otro sin renunciar a las propias. Este tipo de ceremonia resulta especialmente valiosa para quienes no podrían casarse en su lugar de culto si su pareja no se convirtiera a su fe.
La comunidad LGBTQIA+ también encuentra a menudo apoyo y tranquilidad en los oficiantes de boda, al descubrir que el servicio que ofrecen suele ser mucho más flexible y abierto a ideas que el de un entorno religioso tradicional o una ceremonia estrictamente civil. Esto permite que parejas de cualquier origen, identidad y orientación se sientan libres de ser ellas mismas en un espacio personalizado para que se sientan especiales.
Dado que los oficiantes tienen un papel tan importante y tan íntimo en la ceremonia, es esencial reunirse en persona con la persona que estéis valorando antes del evento y comprobar que hay buena conexión. Que os caiga bien, que entendáis su sentido del humor y que os sintáis cómodos compartiendo vuestras historias con ella es fundamental si queréis una ceremonia auténtica.
Antes de elegir a una sola persona de vuestra lista corta de oficiantes, aseguraos de leer tantas opiniones como podáis. En Asistente para la Planificación de Bodas recopilamos reseñas de todos los oficiantes que aparecen en nuestra web para que tengáis una visión completa del servicio que ofrecen. Si es posible, hablad con los oficiantes que os interesen y preguntad si pueden facilitaros el contacto de parejas anteriores o permitir que asistáis como observadores a una boda futura.
La gran ventaja de contar con un oficiante es que la ceremonia puede ser totalmente a medida. Puede redactarla desde cero o partir de un guion base y adaptarlo para incluir vuestras historias y anécdotas personales. Además, un oficiante también podrá ayudaros con los votos, orientándoos de forma profesional para que suenen mejor y coordinándolos discretamente con los de vuestra pareja.
Teniendo esto en cuenta, cuando hayáis elegido a vuestro proveedor tendréis que trabajar bastante con él o ella antes del gran día si queréis una ceremonia llena de personalidad. Harán falta llamadas, correos electrónicos y charlas tranquilas frente a un café para que el oficiante pueda conocer de verdad cómo es vuestra relación.
Por otro lado, no todas las ceremonias con oficiante tienen por qué ser especialmente personalizadas. Si para vosotros la ceremonia es, sobre todo, un trámite oficial que hay que cumplir, buscad a alguien profesional, puntual y capaz de crear un acto sencillo y directo.
Puede que no queráis un oficiante que cuente historias de vuestro pasado, pero sí os interese que vista de una forma concreta o que tenga experiencia organizando ceremonias en lugares poco habituales. Hay oficiantes que disfrutan y destacan precisamente en este tipo de celebraciones especiales.
Tanto si vuestro oficiante diseña una ceremonia totalmente a medida como si recurre a un formato más estándar, debe transmitir seguridad. Al conocerle y al ver vídeos suyos trabajando, deberíais notar que se siente cómodo hablando en público, que se expresa con claridad y que su voz tiene un ritmo y una naturalidad que invitan a escuchar.
Organizar un ensayo quizá llegue demasiado tarde si al final el oficiante no encaja como esperabais, pero sí os ayudará a pulir detalles. Podréis detectar huecos que rellenar juntos y hacer pequeños cambios en el guion para que todo se parezca más a vosotros. Eso sí, no dejéis que os cuente palabra por palabra todo lo que piensa decir el día de la boda: guardad algunas sorpresas naturales para las fotos de la ceremonia.


