Cómo Elegir tu Cortejo Nupcial
Cuando estás planificando tu boda, elegir a tu cortejo nupcial puede parecer una tarea abrumadora. Hay hermanos, amistades y familiares a considerar. Puede que temas que invitar a la persona equivocada cause un resentimiento… pero no te preocupes. La elección es mucho menos difícil de lo que parece. Repasemos los pasos para saber cómo elegir tu cortejo nupcial:
Decide cuántas personas quieres a tu lado.
Si te cuesta decidir qué amistad quieres junto a ti en el altar, fija un límite razonable. Piensa en el espacio de tu lugar de celebración, y recuerda que también tendrás que vestir a todos los miembros del cortejo. Mantén el número de damas y caballeros de honor por debajo de diez y recuerda que hay otras formas en que tus amigos pueden participar en la boda.
Piénsalo bien antes de pedirlo.
Una vez que le pides a alguien que forme parte de tu cortejo nupcial, no puedes desinvitarle. Es de mala educación y termina en sentimientos heridos, y ese no es el tipo de energía que quieres llevar a tu gran día. Puede que tengas amistades que sean elecciones obvias, pero date uno o dos meses después del compromiso para invitarlas oficialmente. Considera también que tu cortejo probablemente interactuará más entre sí que contigo. Si la personalidad de alguien chocará con el resto, es mejor dejarlo fuera de la lista.
Sé honesta sobre lo que esperas de tu cortejo.
Puede que tengas todo bajo control o que quieras que tu cortejo te ayude bastante. ¿Te ayudarán a elegir la vestimenta, te acompañarán a eventos y organizarán despedidas inolvidables? ¿O solo quieres que estén para brindarte apoyo moral el gran día? Piensa también en la logística: si quieres que estén muy implicados, quizá no convenga pedirlo a personas con agendas laborales muy ocupadas o que vivan lejos. Recuerda: habrá muchas oportunidades para celebrar más adelante con quienes no puedan comprometerse a estar en el cortejo.
No te saltes a los hermanos.
Aun si no eres muy cercana a tu hermano o hermana, es buena idea pedirles que formen parte del cortejo. Al fin y al cabo, siempre estarán en tu vida. Participar puede incluso acercaros más. Y no hay ninguna regla que diga que las mujeres deben ir a un lado y los hombres al otro. Cambia el esquema y colóquense del lado de la familia que prefieran.
Elige a un/a asistente de honor responsable.
Tu dama o caballero de honor y tu padrino o madrina se encargarán de cosas importantes —como organizar las despedidas y cuidar de tus anillos (¡caros!). Aunque te tiente elegir a tu mejor amigo/a de la universidad o a tu hermano/a, si no son muy fiables, considera darle el honor a otra persona. Y no te sientas obligada por la tradición: ¡puedes tener más de un/a asistente de honor! Da las tareas divertidas a una persona y la parte de planificación a otra.
No dejes que nadie se imponga para entrar en tu cortejo.
Respira hondo: puedes decir que no. Al enterarse de tu compromiso, algunas personas pueden dar por hecho —en broma o no— que estarán en el cortejo. Aunque tú hayas estado en el suyo, no estás obligada a devolver el favor.
Si alguien se ofende de verdad porque no le invitaste al cortejo, habla con franqueza y explica por qué has elegido el sistema de apoyo que tienes. Busca otra forma de involucrarle si es necesario, pero mantente firme.
Busca otras formas de involucrar a tus invitados.
Hay maneras de incluir a amigos y familiares en tu boda sin que estén en el cortejo. Es el momento de aprovechar sus habilidades: si tienes amigos artistas, pídeles que lean o toquen algo durante la ceremonia. Si alguien quiere involucrarse en la organización (¡y confías en esa persona!), deja que te ayude con una lluvia de ideas para la invitación o con un shower. El día de la ceremonia, pueden actuar como ujieres, ayudar a encender velas o repartir programas.
Haz lo que tú quieras.
Es tu boda, así que si te apetece, rompe con la tradición. No existe un reglamento que diga que debes tener padrino y dama de honor, o que el cortejo tenga que ser de número par y vestir igual. Solo asegúrate de que estén cómodos y de que tengas a tus personas favoritas a tu lado cuando des el “sí, quiero”.